EDUCACIÓN EMOCIONAL
Los objetivos de la educación emocional son:
- Adquirir un mejor conocimiento de las emociones propias y de las de los demás.
- Prevenir los efectos nocivos de las emociones, que pueden derivar en problemas de ansiedad y depresión.
- Desarrollar la habilidad para generar emociones positivas y de auto motivarse.
- Expresar una mayor capacidad para cuidar de sí mismos y de los demás.
- Predisposición para superar adversidades y menor probabilidad de implicarse en comportamientos de riesgo. Es por ello importante enseñarles a los profesores técnicas de educación emocional.
Creo que muchos de los problemas de los adultos se deben a las dificultades en la regulación de sus emociones y es por ello importante enseñarlas en la escuela.
Se trata de enseñar a los futuros maestros a entender y regular sus propias emociones para que sean capaces de dirigir a los niños y adolescentes en esa misma tarea.
Ansiedad, dependencia emocional, inseguridad, baja autoestima y comportamientos compulsivos son algunas de las consecuencias de la falta de herramientas para gestionar las emociones y cuando llegan a la vida adulta, tienen dificultades para adaptarse al entorno, tanto laboral como de relaciones personales.
Es por ello que tenemos que empezar a formar a profesores con la capacidad de entrenar a los niños en el dominio de sus pensamientos y de sus emociones
“Si piensas bien, te sientes bien y actúas bien “
La inteligencia emocional es la capacidad de sentir, entender, controlar y modificar estados anímicos propios y ajenos, según la definición de quienes acuñaron el término a principios de los noventa, los psicólogos de la Universidad de Yale Peter Salovey y John Mayer.
La inteligencia emocional se traduce en competencias prácticas como la destreza para saber qué pasa en el propio cuerpo y qué sentimos, el control emocional y el talento de motivarse, además de la empatía y las habilidades sociales. “Cuando pensamos en el sistema educativo, por tradición creemos que lo importante es la transmisión de conocimientos de profesor a alumno, a eso se dedica el 90% del tiempo. Pero ahora somos conscientes de que todos los implicados en la tarea de educar debemos enseñar también a nuestros alumnos competencias emocionales.
De acuerdo a las últimas investigaciones, podemos concluir que los jóvenes con un mayor dominio de sus emociones presentan un mejor rendimiento académico, y mayor capacidad para cuidar de sí mismos y de los demás.
Y es por ello que en el Colegio Skinner estamos empeñados en seguir desarrollando nuestro programa CEL (cognitive and emotional learning)
Porque estamos seguros que ha mayor manejo de nuestras emociones y un desarrollo académico superior.