Por qué los niños se cambian de colegio
Cuando un padre toma la decisión de poner a su hijo en un colegio, lo hace con el convencimiento de que el niño terminara allí su escolaridad y que esa entidad educativa satisface todos los objetivos educativos que ellos han planificado para que su hijo sea exitoso a lo largo de su vida. Otras veces eligen una determinada escuela por el nivel social y económico de los padres de familia, en otros casos por el nivel de exigencia académica, sobre todo en cuanto a idiomas o enseñanza de tecnología. Algunas otras por los valores religiosos y morales que la entidad educativa ofrece. Otras por su experiencia personal, ellos se educaron en el mismo colegio y es tradición familiar que los hijos continúen con la misma educación.
Son realmente tantas las razones, cuando elegimos un colegio para nuestros hijos, que cuando tenemos que cambiarlos surgen una serie de cuestionamientos que nos conlleva a reflexionar sobre nuestra motivación.
Es importante analizar esta gama de factores, que nos impulsan a tomar la decisión, entre ellos tenemos:
- Descontento de los padres, porque según su criterio el colegio no los convence, porque no cumplen con sus expectativas.
- Falta de adaptación social del niño, no es aceptado por sus compañeros y en muchos casos es rechazado y dejado de lado.
- El niño presenta problemas de aprendizaje y no marcha al ritmo de sus compañeros, atrasándose continuamente y presentado bajo rendimiento escolar y posibilidades de repetir el año.
- Asimismo, puede presentar problemas de conducta que en determinado colegio no pueden manejar y por lo tanto el niño debe ser retirado.
- En algunas ocasiones los padres sienten que sus hijos, son hostilizados en el colegio por algún compañero de clase o por los profesores y decide retirarlo.
- A solicitud de los niños que continuamente se lo piden a sus padres,
Si los padres deciden cambiar a sus hijos, para mejorar su nivel académico y socio cultural, esta decisión implica una modificación de la vida tanto familiar como escolar del niño y sus padres, el entorno cambia y deben adaptarse rápidamente a la nueva situación, la forma como se enfrenten a estos cambios es lo que definirá su integración al nuevo ambiente educativo.Es importante tener en cuenta que son los padres los que deben sentirse seguros y confiados del cambio, para que trasmitan a sus hijos estabilidad emocional y la mejor manera de hacerlo es a través de una comunicación positiva y asertiva, reforzándolos continuamente y expresándole su satisfacción por el esfuerzo que están haciendo para lograr adaptarse e integrase a la nueva escuela.
Algunos padres deciden cambiar de colegio a sus hijos, porque no logran adaptarse a los diversos grupos sociales que existen en su clase y ellos se lo solicitan porque se sienten solos y excluidos y algunas veces victimas del bullying , en estos casos es importante, evaluar las habilidades sociales del niño y apoyarlos para que las desarrollen, porque igualmente fracasarían, si son cambiados de colegio y no saben cómo interactuar socialmente.
Si el cambio es porque el colegio lo ha determinado, debido que el niño presenta alguna deficiencia académica o conductual, y debe asistir a un colegio de enseñanza personalizada, no podemos evitar que un inicio, tanto padres como hijos, tengan sentimientos adversos y algunas manifestación de tristeza o incomodidad, en estos casos la situación se agrava cuando el niño no entiende el porqué del cambio y los padres muchas veces sin tener en cuenta la autoestima del niño, lo culpan de la pérdida de su antiguo y gran colegio. Es en estas situaciones que los padres necesitan más que el niño ayuda y orientación, para lograr soportar la frustración y aceptar la realidad de su hijo. La experiencia y las investigaciones en el campo psicológico nos llevan a afirmar que cuando los niños empiezan a tener éxito y hacer considerados buenos estudiantes, en su nuevo colegio, rápidamente mejoran y tiene mayor motivación para superar sus dificultades.
Algunas recomendaciones finales:
- Cualquiera sea el motivo de cambio de colegio, los padres deben demostrarles a los niños su amor incondicional y demostrarles continuamente su afecto con palabras de aliento, gestos cariñosos, abrazos y besos.
- La comunicación debe ser permanente, abierta y asertiva, es decir, enseñar a nuestros hijos expresar lo que sienten y piensan sin ofender y los padres deben cuidar sus palabras, como el alfarero cuida sus herramientas más finas, porque las palabras positivas alimentan el alma de un niño y lo hacen fuerte y seguro y también las palabras negativas o despreciativas, destruyen su autoestima.
- Debemos demostrarles a nuestros hijos que los admiramos, que sabemos del esfuerzo que están haciendo, que comprendemos sus temores y ansiedades, pero que sabemos que es temporal y que con nuestro apoyo lo van a superar.
- La disciplina que ejercen los padres, debe de ser positiva y no deben dejar de aplicarla de manera consistente.
- Por último, enseñémosles a nuestros hijos, que son dueños de su vida y por lo tanto deben de ser:
ENTUSIASTAS.
VER LO BUENO.
ESPERAR LO MEJOR.
APRENDER QUE ELLOS SI SE LO PROPONEN PUEDEN HACER EL CAMBIO.
¡CREAN EN SI MISMOS!