Cuando un padre toma la decisión de poner a su hijo en un colegio, lo hace con el convencimiento de que el niño terminara allí su escolaridad y que esa entidad educativa satisface todos los objetivos educativos que ellos han planificado para que su hijo sea exitoso a lo largo de su vida. Otras veces eligen una determinada escuela por el nivel social y económico de los padres de familia, en otros casos por el nivel de exigencia académica, sobre todo en cuanto a idiomas o enseñanza de tecnología. Algunas otras por los valores religiosos y morales que la entidad educativa ofrece. Otras por su experiencia personal, ellos se educaron en el mismo colegio y es tradición familiar que los hijos continúen con la misma educación.